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martes, 10 de diciembre de 2013

La Motivación en los niños/as

Los niños tienen pocas ideas y muchos sentimientos en las primeras etapas de la vida. 

Está vinculado emocionalmente a una persona de referencia que es la que le cuida, alimenta, juega con él y le quiere. 

Cuando el niño comienza la escuela transfiere a su maestra/o ese vínculo sentimental que le lleva a desempeñar correctamente las tareas que se le encomiendan. Por ello, es esencial cuidar el vínculo entre maestros y alumnos en todos los niveles de enseñanza.


Para motivar a los niños tanto en el colegio como en casa, es esencial presentar las tareas de la manera más atractiva posible, incluso en forma de juego. Pero, no nos engañemos, a medida que la materia a transmitir se complica, el juego y la diversión son más difíciles de conseguir; por tanto habrá que recurrir a otras fuentes de motivación enraizadas emocionalmente tales como la emulación, el querer agradar, la competición, la consecución de premios…

En resumen, es claro que para motivar a un niño o adolescente a aprender hay que poner en juego todo tipo de emociones, especialmente las positivas que le animen a realizar el esfuerzo de la consecución de saberes. Cuando esto sucede se producen, por añadidura, otras consecuencias como el sentimiento de pertenencia a la escuela, la cooperación con los compañeros y la comunicación afectiva con el profesor. Si esto se logra, el éxito está garantizado.

Consejos:

  • Buscar objetivos intermedios
  • Cuando muestren conductas positivas hay que saber darles compensaciones inmediatas
  • Involucrarlos en actividades diferentes y positivas
  • Potenciarles la autoestima reforzando sus puntos fuertes
  • Aceptarlos tal cual son
  • Explicarles las consecuencias de sus comportamientos (tanto de las positivas como de las negativas)


Autora: Sabrina Martínez Torrecillas - Psicóloga en STIMULOS Atención Educativa